lunes, 26 de octubre de 2009

simil de la linea,platon






EXPLICACIÓN DE LA METÁFORA DE LA LÍNEA


Platón utiliza el símil de la "línea" para representar los distintos niveles y grados de conocimiento: imaginación, creencia, pensamiento e inteligencia ( la mayor perfección del alma y sinónimo de filosofía ).Nos pide que dividamos una línea en dos segmentos desiguales ( AC Y CD ) y que volvamos a cortar cada uno de esos segmentos ( AD, DC, CE, EB ). Cada subsección representa una clase de objeto y de conocimiento en sucesión creciente de realidad y claridad.1. CB: se refiere al Mundo Inteligible y al conocimiento de dicho mundo, el conocimiento intelectual ( ciencia o epistéme ).- CE: entidades matemáticas y conocimiento matemático. ( Pensamiento discursivo )- EB: las Ideas ( Idea del Bieny su conocimiento) ( Dialéctica, Filosofía )2.AC: se refiere al Mundo Sensible ( Mundo visible ) y al conocimiento de dicho mundo ( doxa u opinión).- AD: sombras, reflejos de objetos en el agua y objetos pulidos. ( Conjetura )- DC: las cosas físicas o materiales y su conocimiento mediante su percepción directa. ( Creencia )




ADT

miércoles, 7 de octubre de 2009

matrix y el mito de la caverna





Relaciones explícitas entre Matrix y el “Mito de la Caverna”



1.- En el mito de la caverna los hombres permanecen atados de piernas y brazos percibiendo las sombras de los objetos que pasan detrás de ellos. En matrix, la gente permanece dentro de unos enormes “cultivos de personas” en los que están dormidos, proyectando en sus mentes imágenes, sentimientos y situaciones dados por la matrix. Ellos creen que ésa es su realidad, su verdadera vida, en medio de la sociedad del siglo XX, siendo que sólo son impulsos bioeléctricos enviados por las computadoras para mantener las mentes ocupadas y, a través de ello poder brindarle energía a las máquinas para su subsistencia.


La relación está en que, en ambos casos, los humanos viven un mundo ficticio creyendo que es el real.





2.-. En el Mito de la caverna, un hombre es sacado del lugar en que está y es enfrentado a la luz verdadera (la del sol), a los objetos que proyectaban las sombras, es decir, al mundo real, al principio, rehúsa creerlo, con el paso del tiempo, comienza a adaptarse, pero sigue confundido, le cuesta asimilar que su pasado es irreal. En la película, Neo es desconectado de Matrix y le es enseñado el mundo real.


Al igual que en el mito, Neo se rehúsa a creerlo, al principio cree que le están “vendiendo la pomá”, le duelen los ojos, porque nunca había visto con ellos, sino con la mente, y, poco a poco, comienza a adaptarse al nuevo mundo que le ha sido mostrado.





3.- En la caverna el prisionero que es liberado puede apreciar la verdadera realidad, queriendo luego contarles y liberar a los que son prisioneros aùn, y en la película lo mismo es reflejado cuando Neo decide volver a la Matrix para poder liberar al resto de la “masa”.


4.- En el mito de la caverna el hombre que se enfrenta al mundo de la luz, tiene que olvidar todos sus prejuicios, recuerdos y convencimientos para poder creer que lo que vé es lo verdadero, y en la secuencia número 5, Morfeo antes de saltar le dice a Neo que debe olvidar todo el pasado y convencerse de la realidad, y de que puede lograr el gran salto.





5.- En el mito de la caverna, se hace alusión a que si el “liberado” decidiera liberar a los demás apresados, éstos, se acriminarían contra él, y tratarían de matarlo. En Matrix, Cyfer trata de matar a Neo, porque era él elegido para liberar a quienes estaban en Matrix y él, quería volver a ella, olvidarlo todo, y tener una vida feliz.



Juguemos, por un momento, para poder realizar la analogía, a que Neo, es el liberado y Cyfer los demás hombres de la caverna, quienes, según Platón, matarían a éste hombre en su intento por liberarlos.







IMP y RFG

lunes, 5 de octubre de 2009

Poema cientifico de Parmenides

1 -"Las yeguas que me transportan y a cuanto el ansia llegara

me aviaban así que me echaron al milvocero camino

de la deidad, que por toda ciudad lleva al hombre que sabe

por él iba: por él me llevaban las yeguas milsabideras
5 - tirando del carro pero iban guiando el rumbo las niñas.

Y contra los bujes el eje soltaba gemido de flauta

rojo de ardor (que en dos apoyaba vertiginosas
ruedas de un lado y del otro) ,cuando aceleraban al viaje

las niñas del Sol , dejando atrás la mansión de la noche,

10 - hacia la luz , de las sienes sus manos corriendo los velos”
Parmenides (540-470 a.C)
RFG

jueves, 1 de octubre de 2009

El mito de la caverna


Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.








- Ya lo veo-dijo.


- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.


- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!



- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?



- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?


- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?


- ¿Qué otra cosa van a ver?


- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?


- Forzosamente.


- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?


- No, ¡por Zeus!- dijo.


- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.


- Es enteramente forzoso-dijo.


- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?



- Mucho más-dijo.


II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?


- Así es -dijo.


- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?


- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.


- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.


- ¿Cómo no?


- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría en condiciones de mirar y contemplar.


- Necesariamente -dijo.


- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.


- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.


- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?


- Efectivamente.


- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?


- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.


- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?


- Ciertamente -dijo.


- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?.


- Claro que sí -dijo.


III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.


- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.


RFG

Biografia de Platon

Platón 427-347








Arístocles de Atenas, apodado Platón (Πλάτων = «el de anchas espaldas»), nace, probablemente, el año 428-427 a.n.e. en Atenas, o quizás en Aegina. Pertenecía a una familia noble. Su padre, Aristón, se proclamaba descendiente del rey Codro, el último rey de Atenas. Su madre Períctiona, descendía de la familia de Solón, el antiguo legislador griego. Era además hermana de Cármides y prima de Critias, dos de los treinta tiranos que protagonizaron un golpe de estado oligárquico el año 404. Platón tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone. A la muerte de Aristón, Períctina se casó con su tío Pirilampo, amigo y partidario prominente de Pericles, con quien tuvo otro hijo, Antifón.


Platón tuvo una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. Es posible que se iniciara en la filosofía con las enseñanzas del heracliteano Cratilo. A los veinte años (407) tiene lugar el encuentro con Sócrates: acontecimiento decisivo para Platón. Sócrates contaba entonces 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte. Tanto por sus relaciones familiares, como por vocación, Platón tuvo la intención de adentrarse en la vida política. Pero, según narra en la Carta VII, dos sucesos decisivos le hicieron desistir de ello. Durante el régimen de los treinta tiranos sus parientes (Critias, Cármides) y conocidos le invitan a colaborar con el gobierno: «Yo me hice unas ilusiones que nada tenían de sorprendente a causa de mi juventud. Me imaginaba, en efecto, que ellos iban a gobernar la ciudad, conduciéndola de los caminos de la injusticia a los de la justicia». Pero las acciones criminales iniciadas por el nuevo gobierno desilusionaron a Platón; sobre todo por el intento de mezclar a Sócrates («el hombre más justo de su tiempo») en el prendimiento de León de Salamina (un exiliado del partido demócrata) para condenarlo a muerte. Pero «Sócrates no obedeció y prefirió exponerse a los peores peligros antes de hacerse cómplice de acciones criminales». Los exiliados del partido democrático se rehicieron bajo la dirección de Trasíbulo y, con el apoyo del pueblo ateniense, derrotaron a los oligarcas. Al principio los hombres del nuevo gobierno utilizaron una gran moderación, votando icluso una amnistía, para poner fin a la guerra civil.
De nuevo Platón se siente inclinado a mezclarse en los asuntos del estado; pero ocurre que bajo el nuevo gobierno tiene lugar el proceso y condena de Sócrates: «he aquí que gentes poderosas llevan a los tribunales a este mismo Sócrates, nuestro amigo, y presentan contra él una acusación de las más graves, que él ciertamente no merecía de manera alguna: fue por impiedad por lo que los unos le procesaron y los otros lo condenaron, e hicieron morir a un hombre que no había querido tomar parte en el criminal arresto de uno de los amigos de aquéllos, desterrado entonces, cuando, desterrados, ellos mismos estaban en desgracia». La injusticia del orden oligárquico y los errores de la democracia conducen a Platón a orientar su pensamiento en el sentido en encontrar un fundamento sólido para poder instaurar un orden justo: «Entonces me sentí irresistiblemente movido a alabar la verdadera filosofía y a proclamar que sólo con su luz se puede reconocer dónde está la justicia en la vida pública y en la vida privada. Así, pues, no acabarán los males para los hombres hasta que llegue la raza de los puros y auténticos filósofos al poder o hasta que los jefes de las ciudades, por una especial gracia de la divinidad no se pongan verdaderamente a filosofar»





El año 399 tiene lugar la condena y muerte de Sócrates que despejarán los posteriores caminos del padre de la Filosofía académica. Temiendo ser molestado por su condición de amigo y discípulo de Sócrates, Platón se refugia en Megara donde permaneció probablemente tres años, entrando en relación con la escuela y con Euclides de Megara. Posteriormente partió para Africa, visitando, primero, Egipto y, después, la Cirenaica, donde frecuentó a Aristipo de Cirene y al matemático Teodoro. A partir de este momento se dan varios versiones de sus viajes. Para unos regresa directamente a Atenas, para otros va a Italia meridional a fin de conocer las sedes pitagóricas y a Arquitas de Tarento.

Hacia el año 388 abandona Italia (o Atenas) para dirigirse a Sicilia. En Siracusa reina un griego, Dionisio I el Anciano, que tiene en jaque a los cartagineses y se ha convertido en amo de Sicilia. Platón intima con Dión, cuñado de Dionisio, gran admirador de los socráticos. El caso es que después de ser llamado por el rey, el propio Dionisio lo expulsa (no se conocen exactamente los motivos). Embarca en una nave espartana que hace escala en la isla de Aegina, a la sazón en guerra con Atenas, y Platón es hecho esclavo y luego rescatado por Anníceris, a quien había conocido en Cirene. En el 387 regresa a Atenas y funda la Academia, primera escuela de filosofía organizada, origen de las actuales universidades. Allí permanecerá durante veinte años dedicado al estudio y a la enseñanza.






Pero el filósofo volverá en otras dos ocasiones a Siracusa. El año 367 muere Dionisio I y le sucede en el trono su primogénito Dionisio II. Dión concibe la idea de traer a Platón a Siracusa como tutor del sucesor de su cuñado. Platón no era optimista sobre los resultados, pero Dión y Arquitas le convencen haciéndole ver las perspectivas de reformas políticas que se le ofrecen. Platón acude a Siracusa dejando a Eudoxo al frente de la Academia. Muy pronto el joven Dionisio ve en Dión y en Platón dos rivales, por lo que destierra a Dión y más tarde hace lo mismo con el filósofo. Con todo les promete el regreso.





El año 366 vuelve a Atenas donde permanecerá seis años. Posteriormente (361) Dionisio invita de nuevo a Platón y el filósofo se dirige a Siracusa acompañado de varios discípulos. Heráclides Póntico es ahora el encargado de regir la Academia. De nuevo, la actitud de Dionisio fue tajante con el ateniense que, preso, consiguió ser liberado merced a la intervención de Arquitas. Una vez libre regresó a Atenas. Pero Dión no cejó en su empeño, sino que reclutó un ejército del que formaban parte discípulos de Platón, venció a Dionisio e instauró una dictadura. Sin embargo a los tres años fue asesinado por su amigo, el platónico Calipo.
Platón, por su parte, continuó en Atenas su trabajo al frente de la Academia hasta el año 348-347, fecha probable de su muerte.








RFG y IMP